Aprender siempre es cambiar, “si yo
no cambio en mi manera de enfocar las cosas y hacerlas o si no cambio mi comportamiento, no
he aprendido”. En
este video, Ramón Barrera plantea el “poquísimo” cambio de la educación en un contexto de un mundo muy complejo y rápido, que ha cambiado a
pasos agigantados.
El mundo necesita gente que ame lo que hace y que mire al futuro; para tener perspectiva, hay que hacer retrospectiva,
hay que hacer memoria. Lo que está ocurriendo ahora es que la información es abundante,
el tiempo sigue su curso y el conocimiento se está quedando; por eso hay que
hacer las cosas completamente diferentes.
No tenemos que perder la capacidad de sorprender, cuando hay sorpresa
hay curiosidad: ¡la educación no puede jamás ser aburrida! Hoy hay falta de sintonía
con el alumnado, no conectamos con ellos,
tenemos que hablar en un lenguaje que nos permita conectar
e interactuar, siendo necesario hablar menos y escuchar
más: una clase es debatir y hablar porque
se aprende conversando.
El alumno tiene que querer aprender y eso no se lo puede imponer nadie: “aprender es construir el propio conocimiento”.
Barrera nos propone aplicar en el aula
el “sistema caórdico“(caos y orden). Caos inherente a la libertad, autonomía y confianza y orden porque tiene
que haber un único objetivo y propósitos.
"Son necesarios los espacios educativos
en los que se experimenten, en los que tengamos que descubrir cosas y reconocernos a nosotros
mismos".
https://www.youtube.com/watch?v=FXTQq7Ojp94
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