viernes, 22 de junio de 2018

Rebeca Anijovich - La evaluación formativa.

   La evaluación es una práctica muy compleja en la que están involucrados muchos actores. Tiene un  impacto social y emocional que  influye en los aprendizajes, por ello se requiere mirarla desde múltiples perspectivas. La evaluación formativa  pretende contribuir a la mejora de los aprendizajes: en la evaluación formativa pensamos en qué información necesita recibir un estudiante para poder saber qué es lo que está haciendo, como lo está haciendo, a dónde tiene que llegar o qué estándares tiene que alcanzar y cómo va a hacer para lograrlo.  Su  contribución va más allá de la escuela, son aprendizajes que los estudiantes adquieren en el marco de la escuela pero que les van a servir para enfrentar situaciones en su vida, en su campo profesional, en su campo laboral y en su vida cotidiana porque se trata de que se conozcan como aprendices.
   La retroalimentación  tiene que impactar sobre la tarea ayudándolo a que mejore sus aprendizajes y sobre  las cuestiones funcionales de  su autoestima. No debemos olvidar que la comunicación importa no sólo por el contenido sino también por la forma de su transmición,  entonces muchas veces impacta negativamente el feedback no por el contenido sino por el modo en que el docente utiliza el sentido de oportunidad, en qué momento se lo dice, en qué situación se lo dice y  en qué contexto.
    El alumno no necesariamente recibe información de un trabajo pasado y la usa en un trabajo futuro, eso significa,  que necesitamos dar una devolución que implique su utilización en futuras tareas. 


 
https://www.youtube.com/watch?v=rK-cjxHnKN8

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